Desde los laboratorios Laphytest
hoy te damos unos sencillos consejos que te ayudaran a depurar tu organismo.
La limpieza del organismo es el primer
paso ante de comenzar cualquier dieta.
Nuestro método de análisis Laphytest de
intolerancias alimentarias determina que existen lo que se conocen como “perfiles
enzimáticos” y que nos facilitan una información muy relevante sobre nuestras nuestro
sistema enzimático y la forma en que digerimos los alimentos.
Muchas personas siguen
tratamientos con medicamentos, que si bien sirven para paliar una dolencia a la
larga ocasionan carencias o daños colaterales en el organismo. Es por eso que siempre
que finalicemos un tratamiento con fármacos deberemos tomarnos un “probiótico”
ya sea como complemento nutricional o a través de los alimentos reforzando el
consumo de aquellos que pueden ser beneficiosos.
Hoy os proponemos unos consejos sencillos y que pueden ser realizados por casi todas las personas, sin riesgos
para su salud.
Al comenzar el día, nuestro
primer alimento debería ser un vaso de agua, a ser posible a temperatura
ambiente y con unas gotitas de limón, son antiguos consejos “de la abuela” pero
que funcionan muy bien.
A continuación tomaremos un zumo
de: Raíz de remolacha, zanahorias y manzana. Con este jugo además de dotar a
nuestro organismo de energía para todo el día, le estaremos protegiendo contra el:
-
Mal aliento
-
La fiebre de heno.
-
Los problemas de piel, como el acné.
Nos ayudará además:
-
A controlar el estreñimiento.
-
A protegernos de las infecciones de garganta.
La forma idónea para preparar el
zumo es con la fruta limpia y sin pelar, cortándola en pequeños trozos y
bebiendo de forma inmediata su zumo. El
zumo pierde propiedades después de llevar un rato, por lo que se deberá tomar
al momento de prepararlo. Se puede tomar si se desea otro vaso a media tarde,
pero siempre preparado al momento.
El desayuno deberá tomarse al
menos con un intervalo de 60 minutos.
Otras recomendaciones para ayudarnos con la pérdida de peso:
Deberemos tomar durante el día 3
comidas principales y 2 tentempié.
Evitar las bebidas con alcohol y gas.
Beber al menos entre litro y medio y dos litros de agua al día.
Evitar los hidratos de carbono, frutas, quesos y embutidos por la noches.
Consumir alimentos que estimulen nuestro organismo y ayuden a consumir más
energía.
Sobre este último tema hablaremos más extensamente en nuestro próximo post.
Hasta entonces
Estefania
Dietista especializada en nutrición ortomolecular
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