Es para nosotros una constante mostrar de temas que consideramos de actualidad
relacionados con la salud. En este caso iniciamos una serie de post en los que
hablaremos de los aditivos yconservantes. El exceso de estas sustancias se determina muy bien a través
de nuestro test de intolerancia alimentaria.
Hoy queremos hablaros del un aditivo que aunque es legal, como potenciador del sabor, cuenta con múltiples
contraindicaciones en materia de salud. Nos referimos al glutamatomonosódico (E-621)
El ácido glutámico y su forma ionizada “el glutamato”
derivan de un aminoácido que tomamos constantemente cuando ingerimos proteínas:
La L- glutamina. Siendo el glutamato monosódico la sal sódica del ácido
glutámico.
Buena parte de las neuronas utilizan el ácido glutámico como
neurotransmisor en sinapsis, es
decir, en el enlace entre neuronas para la transmisión del impulso nervioso y
por ello se las llama glutamatérginas. Depende del él y de los canales iónicos
para realizar su función de aprendizaje y la memoria a largo plazo. Por ello
una compleja maquinaria bioquímica se encarga de que su nivel sea siempre el
adecuado. ¿Qué pasaría si la regulación falla
y el nivel de ácido glutámico sigue siendo alto? Pues, que se seguirá
estimulando las neuronas y a esto se le llama ex citotoxicidad, pudiendo llegar
a dañarlas e incluso destruirlas.
Resumiendo un excesode glutamanto en el organismo hace que haya sobreexcitación neuronal y ello
causar daños al sistema nervioso, algunos síntomas pueden ser, dolor de cabeza, migrañas, malestar en elestómago, irritabilidad, etc. Llegando en algunas ocasiones a ser graves.
En la actualidad hay estudios que relacionan estas neurotóxinas
con problemas en el desarrollo del
sistema nervioso en niños. En personas con depresión profunda se han encontrado
niveles altos de glutamato. Cuando se eliminan de la dieta los alimentos con
alto contenido en glutamato los síntomas desaparecen de forma bastante rápida. Existen
también indicios que relacionan el consumo excesivo de glutamato con obesidad y celulitis
En España podemos encontrar estudios sobre esta materia como
el del catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense
de Madrid, D. Dr. Jesús Fernández-Tresguerres quien ha relacionado la ingesta de glutamato monosódico con un
notable aumento del hambre.
Este aditivo se agrega habitualmente a alimentos salados,
procesados y congelados. Como sopas envasadas, mezclas de especies, aliños para
ensaladas, productos con base de carne o pescado y sobre todo a los aperitivos
comercializados en bolsas como patatas fritas, ganchitos, kikos, chuches y
golosinas.
Y si es tan dañino ¿Por qué se permite su uso? Porque quien
lo utiliza considera que es inocuo al no atravesar la barrera hematoencefálica.
Sin embargo, aunque es cierto que disponemos de ese mecanismo de protección del
sistema nervioso central, no lo es menos que existen áreas donde esos
mecanismos no son efectivos, como en la hipófisis y la pineal. Además de que
ese mecanismo de protección no está del todo desarrollado en los niños por lo
que su efectividad estaría limitada, al igual que en las personas ancianas.
En próximos post os ofreceremos unas pautas dietéticas para eliminar en la medida de lo posible el consumo
del glutamato monosódico.